“Scofield nos dice de “Pacto” es un
pronunciamiento soberano de Dios por el cual Él establece una relación de
responsabilidad (1) entre Él mismo y un individuo (p. ej. Adán en el Pacto
Edénico), (2) entre Él y la humanidad en general (p. ej. En el Pacto Noeico de
que nunca más destruiría toda carne con un diluvio), (3) entre Él una nación
(p. ej. Israel en el pacto Mosaico), (4) entre Él y una familia especifica (p.
ej. El Pacto Davídico)… … los pactos por lo general son incondicionales en el
sentido de que Dios, por gracia y por irrestricta declaración que hará algo, se
obliga a consumar ciertos propósitos anunciados, a pesar de los fracasos por
parte de la persona o pueblo con quien está haciendo el pacto. La respuesta
humana al propósito divinamente anunciado siempre es importante, ya que conduce
a la bendición por la obediencia y a la disciplina por la desobediencia. Pero
por la falla humana nunca se habrá de abrogar el pacto ni bloquear su
cumplimiento.”
Entonces, sobre lo que Scofield dijo tengo más
de un punto a tratar. Tocare sólo dos por la brevedad del espacio. (1) Si Pacto
es un pronunciamiento soberano de Dios
por el cual Él establece una relación de responsabilidad hacia alguien o
muchos, entonces entiendo que sólo Dios puede pactar con uno o muchos porque Él
es el único que puede hacer este pacto verdadero. Ahora si sé esto ¿Cómo puedo decir que yo puedo pactar
con Dios si Dios es quien pacta conmigo? (2) si a pesar que el hombre falle
Dios es fiel a su pacto eso no me da derecho a pisar la sangre de Cristo sino
que debo ser sumiso y obediente pues no merecemos que Dios se fije en alguno
para cumplir su propósito. Eso es nuestro regalo inmerecido, entonces
comportémonos como dignos de ello.
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