Corresponder a su amor

Muchas veces cuando tenemos un problema apelamos a un Dios del que nos dicen es puro amor, sin embargo cuando no vemos a ese Dios de amor correr en nuestro auxilio, entonces cuestionamos ese amor, e incluso, en el peor de los casos, cuestionamos aún la propia existencia de Dios. Somos rápidos para pedir, para exigir, o para tomar por nuestros propios medios lo que queremos. 
Queremos toda la atención de la gente que nos rodea, del universo entero y hasta del Dios del universo, ¿pero acaso nos hemos puesto a pensar si ese amor que exigimos se nos brinde a manos llenas, también existe en nuestras manos para dárselo a los demás? Si, exigimos amor, ¿Será que también somos capaces de darlo? ¿Será que amamos a Dios tanto como estamos exigiendo que Él nos ame?. Si bien es cierto, Su amor es perfecto, también es verdad que nuestro amor por muy imperfecto que sea, si lo entregamos con todo el corazón, será recibido con agrado por nuestro Dios. 
Amemos, pues, a Dios de la manera en que Él nos ama, si no podemos hacerlo en esta vida, sigamos intentando todos los días hasta llegar a la eternidad, donde nuestro amor, ciertamente también será perfeccionado.

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